La Hepatitis C es una enfermedad silenciosa, por lo que puedes contraerla y no saberlo. Es importante que consultes con tu médico y te realices la prueba lo más rápido posible. Podrías tener Hepatitis C si:

  1. Consumes drogas inyectables o inhaladas.
  2. Tuviste una transfusión de sangre o un trasplante de órganos antes del 1992.
  3. Has sido sometido a diálisis renal.
  4. Haces parte de la generación de los “Baby boomers”: aquellos que nacieron entre 1945 y 1965.
  5. Has estado en contacto con sangre diferente a la tuya o con agujas infectadas.
  6. Tienes tatuajes o perforaciones en el cuerpo en lugares con bajos estándares para el control de infecciones.
  7. Has trabajado o vivido en una prisión.
  8. Naciste de una madre con Hepatitis C.
  9. Eres una persona que vive con VIH.
  10. Has tenido más de una pareja sexual en los últimos 6 meses y no has usado protección. Esto en el caso de que hayan tenido contacto con sangre de tu pareja en el momento del coito.
  11. Eres hombre y has tenido sexo con hombres.
  12. Te han realizado un procedimiento estético como manicure o pedicure en lugares con bajos estándares higiénicos o inclusive, si no estás seguro de que hayan tenido la correcta limpieza con las herramientas que usaron contigo.

Si haces parte de UNA sola de estas poblaciones de riesgo, debes pedir la prueba a tu médico o acercarte al punto de testeo más cercano.

No se puede contraer la Hepatitis C:

  1. Si una persona infectada tose o estornuda encima suyo.
  2. Por beber agua o comer alimentos.
  3. Por abrazar a una persona infectada.
  4. Por darle la mano o tomarle la mano a una persona infectada.
  5. Al compartir cucharas, tenedores y otros utensilios para comer.
  6. Por estar sentado al lado de una persona infectada.